martes, 24 de febrero de 2015

Artículo de opinión. La medicina debe practicarse como un derecho de vida por Daniel Rojas


Óptica Socialista
Noticias nacionales

 
Caracas, 23 Feb. AVN.- Cuando un niño que padece alguna enfermedad congénita, como una cardiopatía, es intervenido quirúrgicamente en el Hospital Cardiológico Infantil Latinoamericano "Dr. Gilberto Rodríguez Ochoa", en Caracas, se le ofrece una alternativa de vida acorde con los más altos estándares de la ciencia mundial. Alrededor de 9.000 infantes y adolescentes atendidos en casi nueve años de inauguración del referido centro pueden dar cuenta de ello.
La cifra es particularmente significativa pues si en 1998, sumando todos los hospitales públicos del país, las intervenciones cardiovasculares pediátricas llegaron tan solo a 141, en la actualidad en este cardiológico se realizan los mismos procedimientos en cinco o seis semanas, para un promedio anual de 1.000 operaciones. Es la aplicación de la medicina como un derecho para todos y no con los propósitos mercantilistas que impidieron a miles de niños y adolescentes, de escasos recursos, antes de 1998 sobrevivir a alguna cardiopatía.
A partir del 20 de agosto de 2006, Venezuela con el modelo socialista elegido por mayoría democrática y liderado por el presidente Hugo Chávez, hizo posible que padecimientos preexistentes como las cardiopatías congénitas fuesen reparables, de manera gratuita y sin distinción de clase o lugar de procedencia.
"En el mundo capitalista la respuesta a los problemas de salud se da por la vía de las aseguradoras privadas, ahí surge la primera perversión como es el hecho de que la mayoría de los seguros privados del mundo excluyen específicamente las enfermedades preexistentes, dentro de las que se incluyen las cardiopatías congénitas. Eso quiere decir que la mayor parte de los niños que vienen al mundo y que están 'amparados', por sistemas de salud privatizados, a través de aseguradoras, quedan excluidos o, a veces, tienen una cobertura muy parcial que solo implica atención durante los dos o tres primeros meses de vida", explicó la presidenta del Cardiológico Infantil "Dr. Gilberto Rodríguez Ochoa", Isabel Iturria, en una entrevista concedida a la Agencia Venezolana de Noticias (AVN).
Mientras eso sucede en Venezuela, en el mundo regido por las pólizas de seguro cinco de cada 1.000 niños que nacen anualmente con cardiopatías corren el riesgo de morir por estas enfermedades congénitas, cuyo costo de tratamiento es sumamente elevado y, por tanto, no están contemplados en las aseguradoras. Iturria manifestó que en el país una familia tendría que disponer de aproximadamente Bs. 800 mil para costear una intervención quirúrgica si el paciente no presenta complicaciones.
"Esto ocurre porque son enfermedades muy costosas, que requieren tratamientos complejos, con cirugías cardíacas que requieren cuidados intensivos, una máquina que haga las veces del corazón mientras el niño está siendo operado. Entonces, si vemos la salud como mercancía no interesa ocuparse mucho de ello, pero si vemos la salud como derecho sabemos que esto tiene que ser abordado de una manera completamente distinta. Es la práctica del socialismo dándole a cada quien según sus necesidades y pidiéndole a cada quien según sus posibilidades", apuntó la doctora Iturria.
Ofrecer vida al empezar la vida
Emplazado en la avenida Teherán, de la urbanización Juan Pablo II, sector Montalbán, en Caracas, el Hospital Cardiológico Infantil Latinoamericano "Dr. Gilberto Rodríguez Ochoa" es el resultado en concreto de una deuda humana del Estado venezolano con los niños aquejados por estas enfermedades congénitas. Sobre su construcción cuenta Iturria.
"Esa transformación vino de la mano del presidente Chávez en una visita que hizo al J.M de los Ríos y se encontró la cola de las mamás esperando cirugía y la imposibilidad que había en esos hospitales de hacerles la cirugía. En ese momento, se planteó la construcción del Cardiológico Infantil y se empezaron los diseños de los planos y arrancó la planificación que fue enlentecida en el período del sabotaje petrolero y el golpe de Estado frustrado que ocurrieron en Venezuela en 2002. Luego fue retomado en el año 2004 y en el 2006 se abrió el hospital para transformarle la vida a esas familias que antes no tenían esperanza y que ahora tienen la posibilidad de tener una atención de calidad", dijo con una siempre sonrisa de orgullo.
Ya edificado y funcionando a su total capacidad, este centro cuenta con 142 camas de hospitalización, 33 camas de cuidados intensivos, cuatro quirófanos, dos unidades de hermodinamia, 30 consultorios, 79 habitaciones en la residencia hospitalaria, así como unos 472 trabajadores entre médicos, técnicos y personal administrativo especializado.
Además, el hospital es un centro de referencia y de formación en el área de cardiopatías congénitas y allí se realizan más del 70% de las cirugías cardiovasculares pediátricas, la hermodinamia y la electrofisiología pediátrica del país.
El Cardiológico Infantil es, además, una gran escuela de formación continua altamente calificativa. Forma técnicos medios en la mención salud, técnicos superiores universitarios en Enfermería, conjuntamente con la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos, y médicos en los postgrados de Cardiología Infantil, Anestesia Cardiovascular Pediátrica, cirugía de Cardiopatías Congénitas, cirugía Cardíaca Pediátrica, Medicina Crítica Pediátrica, Tomografía y Resonancia Magnética Nuclear.
¿Cómo son remitidos los pacientes?

La puerta de entrada al Cardiológico son los 21 centros infantiles cardiovasculares regionales que se encuentran en el territorio nacional, pues en cada uno de ellos hay un grupo de expertos que determina la necesidad del paciente y emite la información mediante un programa interno de registros.
"Los cardiólogos pediátricos de estos hospitales públicos tienen una clave de acceso para el registro nacional de niños y adolescentes. Ellos cargan a través de la página web toda la información a tiempo real con el que se identifica al paciente y lo que requiere para su operación. El próximo paso es llamar al representante del paciente para fijar una fecha para su intervención", detalló Iturria.
Comentó que al Cardiológico llegan pacientes para la operación de su padecimiento no para el diagnóstico, pues este es realizado previamente en cualquiera de esos 21 centros del país.
"Acá vienen niños (de entre 0 y 18 años de edad) con condiciones económicas pudientes y otros de comunidades indígenas, de barriadas o del interior del país. Eso es una diferencia no solo cuantitativa sino cualitativa en el sentido de lo humano, porque acá los niños no se seleccionan de acuerdo a la cantidad de dinero que tiene su familia sino de acuerdo a cuándo es el momento más oportuno para que cada uno de ellos pueda enfrentar ese momento que es la cirugía", agregó.
Más especialistas
A pesar de que todos los casos remitidos han sido atendidos debidamente, Iturria señala que la capacidad del Cardiológico podría elevarse al contar con más especialistas en áreas que en el mundo entero son ampliamente demandadas. Específicamente, allí ameritan más intensivistas pediátricos, cirugía cardiovascular pediátrica, cardiólogos infantiles, anestesiólogoa.
"Es un conjunto de especialidades complejas que involucran a personas que deben estar dispuestas a permanentemente actualizarse, estudiar y formarse, sobreponerse al estrés y a lo demandante de las especialidades que acá se realizan. Sin embargo, acá trabajamos con tesón, dando respuesta a todos por igual, con cariño, con la máxima opción de tecnología disponible y, además, con el sentido de la equidad, de la solidaridad, del compromiso con el otro", resaltó.
 
Daniel Rojas AVN 23/02/2015 11:52

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