martes, 27 de agosto de 2013

Cementerio de números

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Óptica Socialista
Noticias internacionales


Si un palestino de Cisjordania es considerado culpable de un delito por parte del Estado de Israel después de su muerte, el ejército israelí puede recoger los restos de la persona y llevar al individuo a un juicio post-mortem. Después del proceso judicial, la sentencia es asignada y el cuerpo es llevado a una instalación de almacenamiento dentro de Israel y detenido hasta que se cumpla la sentencia.

El siguiente informe fue realizado por Nadya Raja Tannous, quien nos narra la historia de una de las política de ocupación militar de Israel sobre Palestina. Una delegación de Interfaith Peace-Builders (IFPB), en colaboración con el Comité de Servicio de los Amigos Americanos (AFSC por sus siglas en inglés) visitó Nablus y Jenín, al norte de Cisjordania
Paseando por cualquier ciudad, principalmente palestina, los carteles en las paredes son difíciles de ignorar. Mientras caminamos a través de la vieja ciudad de Nablus, los ojos impresos miraban hacia nuestros rostros. Ellos son los "mártires", los que han sido asesinados por el ejército israelí durante ataques nocturnos,  ataques de francotiradores o episodios violentos con las fuerzas de ocupación o por la presencia de los colonos. Junto a sus imágenes están sus nombres y apellidos, la fecha de muerte, y unas palabras sobre sus vidas y prematuros fallecimientos.
En una esquina, nos detuvimos junto a uno con la imagen de un joven luciendo un anticuado peinado, una camisa a cuadros y una fecha de muerte que decía: 18 de mayo de 1976. Fue sorprendente para mí ver un recuadro de alguien que había fallecido hace casi 40 años. El grupo se quedó mirando fijamente ese rostro, momento en el que el guía nos preguntó "¿Alguien aquí  ha oído hablar del Cementerio de Números?”
Las condiciones de vida del pueblo palestino bajo la ocupación militar están llenas de injusticia y engaño pero nada ejemplifica el control completo y la crueldad de la ocupación israelí como lo que sucede con ellos después de la muerte si cumplen con los requisitos para entrar en el "Cementerio de Números".  
Si un palestino de Cisjordania es considerado culpable de un delito por parte del Estado de Israel después de su muerte, el ejército israelí puede recoger los restos de la persona y llevar al individuo a un juicio post-mortem. Después del proceso judicial, la sentencia es asignada y el cuerpo es llevado a una instalación de almacenamiento dentro de Israel y detenido hasta que se cumpla la sentencia.
Este hombre mirando hacia nosotros fue llamado Hafith Muhammad Wahid Abu Zanat y su cadáver fue condenado a 20 años de prisión. Durante este tiempo, los derechos de la familia a sepultarlo y/o visitar sus restos fueron revocados hasta que cumpla el periodo de 20 años de cárcel. En 1996, Hafith fue devuelto a su familia en Nablus, marcando así la primera vez que sus familiares pudieron verlo y llorar sus restos desde el día en que fue asesinado y su cuerpo fue retirado por los militares.
Nuestro guía nos dijo que él estaba presente cuando la familia Abu Zanat recibió a su hijo. Su anciano padre se inclinó sobre el ataúd y abrió la tapa sólo para encontrar, por supuesto, los huesos desnudos de su hijo, su reconocimiento no se ha podido realizar por el largo transcurso del tiempo. Además, no hay garantía de que esos restos, incluso, pertenezcan a Hafith.
Este no es el tipo de regreso a casa que yo le desearía a nadie. Veo esta política como una forma de prolongar deliberadamente el duelo a la familia y a la comunidad con el fin de cultivar una mayor desesperación, desesperanza y la derrota en otros aspectos de la vida palestina. Ya que, mientras los restos no hayan sido devueltos a sus familiares para realizar la ceremonia y el entierro, es como si la persona básicamente aún estuviera viva, aún encarcelada, sin control de su vida hasta en la muerte.
Por otra parte, la "cárcel" no cataloga por el nombre los restos que se procesa. En su lugar, aleja a las personas de su identidad mediante la asignación de números después del proceso judicial, despojándolos de su nombre tanto en papel como en las referencias para el futuro regreso con sus familias, de ahí la expresión coloquial "Cementerio de los números". 
Por lo tanto, cuando el cuerpo finalmente es devuelto a la familia, el nombre de los restos no es liberado junto con ellos. A menudo, esto requiere una prueba de ADN, la cual tiene un alto costo, que los miembros de la familia tienen que pagar de su bolsillo, con el fin de comprobar si los huesos coinciden con la identidad de sus seres queridos.
Este tipo de burocracia arbitraria es, en última instancia, una forma de deshumanización y privación de derechos que tiene por objeto eliminar cualquier tipo de proceso de sanación cohesiva a los familiares de los mártires.
El encarcelamiento de las personas palestinas, tanto vivas como muertas, contribuye a la obstrucción de la circulación civil general y el control sobre sus medios de vida básicos. Estos objetivos son parte de la misma red de políticas desmoralizantes que implementa el Estado de Israel para recordar a la población palestina de las Zonas A, B y C, que no son libres y no serán libres pronto.
Incluso la muerte, necesita un permiso.
Annie Robbins es editora independiente de Mondoweiss, madre, activista de derechos humanos y una artista de cerámica. Vive en la zona de San Francisco. Síguela en Twitter @anniefofani
Fuente: Graveyard of numbers/Annie Robbins, Mondoweiss.net - Traducción: palestinalibre.org/26/08/13
Compilador. William Castillo Pérez

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