jueves, 5 de agosto de 2010

Artículo: "Kahaled" por William Castillo P.

Kahaled

Maldito gobierno israelí, arresta al papá de kahaled, por haber robado agua, en su propio territorio, sin hacer caso del llanto del niño kahaled, quien les suplica envuelto en llanto que no se lleven a su padre, los soldados lo ignoran y los separan a la fuerza de su padre. Kahaled teme que nunca más volverá a ver a su padre. ¿Quién, le da autoridad a Israel para dañar al pueblo palestino? ¿Sera, el bondadoso Jehová? ¿O, el premio nobel de la paz; el Señor Obama?

Sabemos, que ellos no tienen autoridad, para permitir el holocausto perpetrado constantemente, por Israel contra el pueblo palestino, pero aún, siendo esto muy cierto. ¿Qué nos obliga a aceptar, esta maldad israelí con las manos cruzadas, ante tal atrocidad? ¿Por qué no nos damos cuenta que somos cómplices de esas ofensas a un pueblo inocente y sumido en la pobreza? De paso, todos los días, nos hacemos eco de las palabras de curas pedófilos, y pastores mentirosos, quienes nos venden aun dios “bondadoso”, y que de paso es imagen de nosotros –el dios- además nos pone de ejemplo, a un pueblo – el asesino Israel- que ha sido llamado a ser heredero de la supuesta tierra prometida y cuyos gobiernos, ahora, asesinan hieren mutilan, a pueblos que nada le han hecho.

No, lo siento por los que son cómplices, sin embargo, yo no lo acepto y maldigo millones de veces a los gobiernos israelíes, y a los gobiernos estadounidense y sus pueblos quienes permiten que sus gobiernos, destrocen a otros pueblos, sólo porque no se les parecen o tuvieron la desgracia de vivir en las tierras que han despertado la codicia de esos pueblos rapaces y depredadores.
No existe absolutamente, ninguna motivación valida para que los gobiernos israelíes y sus cómplices, perpetren estos viles actos contra el pueblo palestino. La condición humana se reciente ante tanta barbaridad, ¿Qué o cuáles razones justifican tal odio? Sabemos y conocemos las justificaciones que esgrimen los imperiales estadounidenses, y los lacayos israelíes, pero son sencillamente una locura salvaje, ¿es que acaso tenemos una piedra por corazón?
Lo mas triste es que las religiones respectivas, correspondientes, sin que ninguna de ellas se salve de este juicio. Envenenan las mentes y conciencia del género humano, para justificar estas agresiones al pueblo palestino.

Aparte de este aspecto religioso, el estamento político mundial, financiado y en consecuencia dirigido por el imperio gringo, en un asqueroso ejercicio de hipocresía, nombra como vicepresidente de una no menos asquerosa comisión, que investiga la violación de los derechos humanos de los palestino y la flotilla de la paz, al paramilitar mayor y asesino, el ex presidente colombiano Álvaro Uribe. Que descaro, en cual concepto nos tiene el imperio al resto de la humanidad. Están seguros que aceptaremos esa brutal decisión de las naciones unidas.
Pues no, no lo aceptaremos, ellos recibirán su castigo, y no será en un infierno en su hábitat mortal, será en este mundo, porque su infierno será aquí en la tierra, ni el dinero, ni la ciencia, ni la tecnología, ni tu supuesta condición de pueblo escogido, ni el poder y apoyo del imperio. Seremos nosotros los humanos dignos, quienes los aislaremos a ustedes, esperamos que sea pronto, pero así tengamos que esperar dos mil años mas, te sentenciamos Israel, te aislaremos y para tu dolor tal vez te convirtamos en humano.

Hoy nuevamente la televisión nos trae otra muestra, de tu maldad Israel, me duele hasta el alma la impotencia de no poder eliminar tu saña, pero no relataré tu brutalidad de hoy, solo te la sumaré. Y esperare con rabia la visita de la justicia, y el castigo a tus delincuencias.
En honor a ese sufrido pueblo palestino, sobre todo a sus niños, dedico este poema que escribí cuando, Israel perpetró la operación plomo fundido.

P O B R E I S R A E L
Israel, ese niño palestino, sin brazos;
Tú los arrancaste, de su cuerpo, con la
anuencia del imperio – asesino -,
para que no pueda matarte.
Lo que logras con esos actos,
es que ese niño palestino, no pueda
llevar tu pobre y perdida alma;
a la presencia de Dios:
Vuelves a morir, Israel.

Ese niño palestino sin ojos,
tú metralla, lo ha convertido en ciego,
en sus ojos muertos; ha muerto la luz
de tu vida, oh, pecadora Israel.
Ese niño palestino, conoce el camino de Dios,
y, puede ver la luz del justo y salvador.
Ahora tú Israel, tú alma no tiene ojos
para ver a Dios; vuelves quedar fuera
del reino de Dios.

Pobre Israel; persistes en matar,
¿Para quién es tu botín?
Dios no te ha pedido la vida del pueblo
palestino.
No tendrás paz, en tierra bañada de
sangre inocente; mataras y mataras, y
tu alma se secará, con cada muerte más
en el Seol.
No será, ojo por ojo, será muerte de tu alma
por la vida palestina que arrebatas.
Pobre Israel. Vuelves a perder, cada día que matas;
OH, Israel: asesino de niños.
Israel, gobierno, macabro, insano,
persigues, hieres, mutilas y asesinas,
a los niños palestinos, cual presa de caza,
eres un vampiro carnicero.
¡Detén!, tu brazo asesino –malvado-
oye, a nuestro Señor Jesucristo.
“Dejad que los niños vengan a mi,
de ellos es el reino de los cielos”.
¿Por qué siegas la vida de los hijos de Dios?
Va de retro Israel: Dios no oye la
oración matutina de tus soldados,
pronunciadas antes de asesinar inocentes.

¡PATRIA SOCIALISTA O MUERTE! ¡ VENCEREMOS!

William Castillo P.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario